martes, 8 de mayo de 2012

"Magic": Los Códigos Japoneses

"Magic" era el nombre en clave que los estadounidenses dieron a la información obtenida de los mensajes de radio japoneses interceptados y decodificados por los servicios de inteligencia del ejército norteamericano, especialmente los del código conocido como Purple, usado en comunicaciones diplomáticas. Venía a ser algo similar a "Ultra", el nombre que se dio a las decodificaciones de las comunicaciones cifradas alemanas emitidas por las máquinas Enigma. No cabe duda que tales logros de los servicios de inteligencia aliados fueron vitales en la victoria final, pues gracias a ellos se consiguió obtener información vital sobre los movimientos y decisiones del enemigo que, a buen seguro, cambiaron el curso de la contienda.


Este código fue introducido por los nipones a principios de 1939, en sustitución del denominado Red que los estadounidenses ya habían conseguido descifrar. La máquina de cifrado criptográfico - 97-shiki ōbun inji-ki ("System 97 Printing Machine for European Characters") o Angōki Taipu-B ("Type B Cipher Machine") que generaba el código Purple - que podéis ver en la imagen superior, y una de sus partes en la imagen inferior - consistía en dos teclados conectados por una maraña de circuitos y conexiones, basados en la misma tecnología que las centralitas telefónicas.


Como no todas las embajadas japonesas tenían estas nuevas máquinas, muchas de ellas continuaban usando el antiguo código Red, y el mismo mensaje se enviaba bajo los dos códigos. Esto fue decisivo para el equipo de criptoanálisis del ejército estadounidense, el Signals Intelligence Service (SIS), cuyo equipo de analistas, encabezado por el reputado criptoanalista William F. Friedman (en la foto) - quien ya se había distinguido por sus trabajos y proezas en el análisis de códigos enemigos inviolables durante la I Guerra Mundial - trabajó durante 18 meses hasta lograr descifrar el código de cifrado usado por los nipones. Harry L. Clark, analista naval de códigos, averiguó que los japoneses no usaban rotores como los alemanes en su máquina Enigma, sino equipos telefónicos estándar.


El éxito llegó el 25 de septiembre de 1940, cuando se descifró el primer mensaje completo, por lo que el equipo se puso a trabajar inmediatamente en la construcción de máquinas Purple similares a las japonesas (como la que se observa en la imagen de aquí abajo). Tras el fracaso en prever el ataque a Pearl Harbor - lo que siempre ha generado controversia, pues es evidente que en diciembre de 1941 los norteamericanos tenían los medios para descifrar los mensajes japoneses y en consecuencia, habrían podido conocer las intenciones nipones y frustrar el ataque -, se destinaron grandes recursos a descubrir otros códigos japoneses, como los conocidos como Coral o Jade, o los códigos navales nipones (JN-25 o JN-40, entre otros).


El código naval JN-25 nunca fue descifrado por completo, pero se entendiía lo suficiente como para permitir avisar a la US Navy del ataque japonés a Midway en junio de 1942, siendo fundamental esa información para la decisiva victoria naval estadounidense. Otro de los éxitos obtenidos con la decodificación de los mensajes japoneses cifrados con ese código fue la llamada Operación Venganza, contra el Almirante Isoroku Yamamoto (el cerebro detrás del ataque a Pearl Harbor) y que terminó con la muerte de éste.


El 13 de abril de 1943, el ejército estadounidense interceptó un telegrama japonés que indicaba un itinerario de visitas de un alto jefe enemigo a 3 bases en las Islas Salomón. El mensaje fue decodificado y la inteligencia norteamericana tuvo conocimiento ese alto oficial era el mismísimo Almirante Yamamoto, por lo que se planificó un ataque con 16 cazas P-38 Lighting para acabar con el almirante nipón. A las 8:35 horas del 18 de abril de 1943, el avión del almirante, un transporte Mitsubishi G4M "Betty", escoltado por 6 cazas Mitsubishi A6M "Zero" y junto a otro transporte Betty con el resto del Estado Mayor de Yamamoto, fueron interceptados y derribados por los P-38 sobre la isla Bouganville (Papúa Nueva Guinea).

1 comentario:

Breogan dijo...

Nunca entendí claramente la controversia de Pearl Harbor y Purple.
Está claro que al no poder romper los códigos de la marina , la información obtenida de los cables diplomáticos era limitada en datos militares. A través de los mismos podían saber cuándo Japón tenía algun movimiento que los afectase diplomáticamente, no de información militar precisa.
Si en los días previos a Pearl Harbor EE.UU hubiera puesto en guardia a todas sus bases militares en el Pacífico, Japón sabría que su código estaba roto, EE.UU perdería esa ventaja y todo por una amenaza difusa y que era imposible hasta en la mente más retorcida que pudiese tratarse de una acción militar de esa magnitud.