lunes, 21 de noviembre de 2011

El Escuadrón 731

Tuve conocimiento de las espantosas, abominables y horripilantes andanzas del infame Escuadrón 731 japonés tras la lectura del libro "El Holocausto Asiático" de Laurence Rees. Desde entonces, me apetecía publicar algo sobre esa macabra unidad, conocida oficialmente como Laboratorio de Investigación y Prevención Epidémica del Ministerio Político Kempeitai.

Sin embargo, mi paisano Mr. Lombreeze se me adelantó con un excelente post publicado en su recomendabilísimo blog "De Gusanos y Lombrices" (donde además de hablar de la Segunda Guerra Mundial, también podéis encontrar muchísimas cosas la mar de interesantes). En fin, la cuestión es que como el amigo Lombri me ha ahorrado el trabajo y ha puesto el listón tan alto, me limito (con su permiso) a transcribir literalmente su artículo por estos lares. Aquí lo tenéis:

"Hijosdeputapeligrosos. El abominable escuadrón 731 de Shiro Ishii.
Publicado por Mr. Lombreeze

- Adiós cariño. Me voy al curro.
- Qué orgullosa estoy de que mi chico trabaje como investigador en el prestigioso Laboratorio de Investigación y Prevención Epidémica del Ministerio Político Kempeitai, a.k.a. Unidad 731.

Bueno, hay que reconocer que la Sra Ishii tenía razón en una cosa: El doctor Shiro Ishii investigar, lo que se dice investigar, sí que investigaba. Lo que pasaba es que este hijodemalamadre se olvidaba de anestesiar a los humanos con los que experimentaba cuando, por ejemplo, decidía viviseccionarlos. Disponía el doctor Ishii de un extenso y completo catálogo de "experimentos científicos" que ponía a disposición de sus prisioneros: les lanzaba granadas, les amputaba extremidades, los quemaba con lanzallamas, los congelaba y descongelaba, les hacía abortar, los infectaba con enfermedades venéreas, los colgaba boca abajo hasta que morían asfixiados etc, etc. Eso sí, siempre tomando cuidadas notas de los efectos de sus barbaridades.

La población civil de los alrededores de su prisión - laboratorio de las afueras de la ciudad china de Harbin (construída en la Manchuria ocupada por los japoneses en 1931 y donde los prisioneros eran jocosamente denominados "maruta" / "troncos" pues las instalaciones eran oficialemente un aserradero) también tuvo el honor de formar parte de sus pruebas de guerra bacteriológica. Pruebas que fueron un éxito como atestiguan los 200.000 ciudadanos chinos que se llevó por delante el teniente general, doctor en medicina y grandísimo hijo de la gran puta de Shiro Ishii.

Todas las barbaridades que cometió este malnacido y su equipo de científicos degenerados en nombre de la Ciencia, -con el beneplácito del Emperador Hirohito y del Ejército Imperial nipón-, están muy bien contadas, de nuevo, en la wikipedia. Allí os remito para saber más sobre este terrible asunto y este repugnante personaje que deja a Mengele a la altura del barro.

Pero una vez más la Guerra Fría post WWII jugó a favor de los villanos y en contra de algunos héroes (nuestros republicanos anti-franquistas). Los EEUU de Douglas MacArthur, temerosos de que la URSS se hiciera con los secretos de los hallazgos del equipo de Ishii, concedieron la inmunidad a gran parte de los militares nipones, incluído el propio doctor Ishii, a cambio de sus "valiosas" conclusiones en el campo de la guerra bacteriológica. El Pragmatismo derrotó a la Justicia, algo que vuelve a estar de moda estos días también en nuestro país.

Con la aministía en el bolsillo, Shiro Ishii y algunos de sus secuaces que se libraron de los soviéticos (solamente 12 de ellos fueron juzgados y condenados por la URSS) llegaron a ocupar cargos importantes en los estamentos oficiales japoneses: gobernador de Tokio, presidente de la Asociación Médica Japonesa e incluso alguno lo fue del Comité Olímpico del Japón (!).

Un cáncer de garganta se llevó a Shiro Ishii a los infiernos en 1959, veinte años antes que el mundo conociera los crímenes y aberraciones cometidas por la Unidad 731, una de las más abominables perversiones que la Ciencia y la Humanidad han conocido. A día de hoy Japón sigue sin pedir perdón por estos hechos.

En 2008 el director ruso Andrey Iskanov estrenó Philosophy of a knife una película rodada en blanco y negro en tono documental, que dura 4 horas, que es muy heavy, que no os recomiendo, que no vi terminar y que narra las tropelías de estos bárbaros. La peli es para valientes. He leído por ahí que la han definido como "gore de arte y ensayo". En mi opinión es una obra morbosa que se escuda en el supuesto rigor histórico para mostrar tripas y cia. Estáis avisados.

También existe otra mierda hongkongnesa titulada Men Behind the Sun que puede verse en youtube y que es otro ejemplo de exploitiation disfrazado de película histórica. Lo de siempre. Ésta, afortunadamente, no la he visto (ni pienso).

Aquí un estupendo documental sobre el tema (en inglés)."

4 comentarios:

Jesus dijo...

y que avances consiguio este cabron?

si puede saberse?

por el culo tendrian que haberle metido sus valiosas bacterias.

(perdon por la expresion).

fiona dijo...

Con razón me sonaba a mí, jajaj. Como ya le dije a Lombri, espero que el cáncer se lo llevara sufriendo...mucho.

1besico!

Mister Lombreeze dijo...

¡Permiso concedido!, cómo no. Un honor que usted me hace.

Yo solamente publiqué un breve apunte, la verdad es que el tema da para mucho más. Es escalofriante leer sobre este asunto. De verdad que te revuelve las tripas. Gracias de nuevo por tu enlace a mi blog.

charlie furilo dijo...

JESUS, FIONA: Ojalá muriera sufriendo como un perro el hijo de la grandísima puta.

MR. LOMBREEZE: De nada hombre. El post es cojonudo y si lo reproduzco por aquí, lo menos que podía hacer, aparte de citar el autor, era enlazar a tu blog. El honor es tener seguidores como Vd., y no es peloteo, de veras. Ni que decir tiene, que la oferta de subirte a esta nave sigue en pie.

Saludos!!